Porque quieres sentir la alegría y disfrutar del momento presente, te ayudamos a manjar tus emociones. 

Te propongo que demos un repaso a qué se entiende por emociones y que definimos como sentimientos, quizá eso nos ayude a entender un poco mejor nuestra capacidad para elegir cómo sentirnos.

Las emociones son las reacciones orgánicas o instintivas que experimenta un individuo en respuesta a ciertos estímulos. A partir de la emoción, se genera una conceptualización y valoración racional de las causas, es decir: los sentimientos.

El sentimiento es el estado afectivo del ánimo que es provocado por una emoción hacia una persona, animal, objeto o situación. Asimismo, sentimiento también se refiere al hecho de sentir y sentirse.

Como se puede apreciar, los términos sentimiento y emoción no son sinónimos pero, sí depende uno del otro. Es decir, para que se genere un sentimiento previamente ha de experimentarse una emoción ante una persona, situación, objeto, entre otros.

Las emociones son intensas y de breve duración, por el contrario, los sentimientos son más duraderos, pueden ser verbalizados y determinar la disposición o estado de ánimo de un individuo en alegre, triste, desanimado, apasionado, etcétera.

Diversos estudios psicológicos han determinado cómo los sentimientos, tras la experiencia de una emoción, activan un conjunto de neurotransmisores en el cerebro que permite a la persona reaccionar y dar respuesta de manera consciente ante un hecho, individuo, animal u objeto.

Es decir, los sentimientos funcionan como una herramienta emocional que permite la interrelación, toma decisiones, estado de ánimo e, incluso, estado de salud .

Como ejemplo de un sentimiento se puede mencionar lo que ocurre cuando un niño se cae y se lastima sus rodillas, lo primero que experimenta es la emoción de miedo o susto. Luego, al darse cuenta de lo que sucedió le surge el sentimiento de dolor y tristeza por la herida.

Los sentimientos derivan de la reflexión consciente de una emoción, de allí que se relacionen con la manera en que el individuo reacciona respecto a un hecho. En este sentido, los sentimiento se podrían clasificar como positivos o negativos según las acciones que promuevan y fomenten.

Por este motivo, después de la emoción generamos un sentimiento que a su vez está influido por la creencias o parámetros en los que la persona basa su forma de ver las circunstancias.

Consideramos sentimientos positivos o negativos en función de el bienestar que nos generan.

Sentimientos positivos son aquellos que generan bienestar, vienen dados por emociones que entran dentro de unos valores morales, familiares, éticos o sociales que nos resultan agradables. Algunos sentimientos positivos son la alegría, el afecto, la admiración, la felicidad, el amor, la gratitud, la satisfacción, el agradecimiento, el optimismo, la paz, la armonía, entre otros. Y como característica básica, nos ayudan a movernos hacia un objetivo de forma fácil y fluida.

Los sentimientos negativos son aquellos que generan malestar, rencor, tristeza, odio, envidia, venganza, dolor o celos. De la misma manera que los positivos, vienen de una emoción que nosotros traducimos en base a unas creencias en algo que nos paraliza, nos debilita y afecta a la salud.

En base a lo anterior, la Gestión Emocional, podríamos decir que se basa en la traducción de la emoción básica primigenia en un sentimiento que nos resulte motivante, nos de ligereza y alegría.

Cuando hablamos de Gestión Emocional, con la intención de cambiar algo de nosotros que no nos gusta, lo más adecuado es trabajar sobre las creencias de base que están generando uno u otro estado de ánimo o sentimiento.

Por ejemplo, en una familia en la que está muy mal visto disfrutar de la comida, es fácil que, cuando lo hacemos, se genere un sentimiento de culpa, malestar, hasta puede que la comida se digiera mal. Si por el contrario en la familia disfrutar de la comida bien considerado, cuando disfrutamos, generamos un sentimiento de alegría y bienestar.

Indagando cuales son las creencias familiares, sociales, religiosas, etc averiguando como éstas afectan en los sentimientos y encontrando «nuevas creencias» o formas de pensamiento, Gestionar las Emociones se convierte en un ejercicio sencillo. Solamente toca poner en práctica constantemente las nuevas «creencias» adoptadas y que hemos decidido conforman nuestra nueva realidad.

Es solo cuestión de práctica….