Todo objetivo requiere unas pautas para ser alcanzado: un plan de acción, con fechas, personas implicadas, aprendizajes,…….
Por eso, este año, cuando estábamos terminando de comer las uvas y se me ocurrió pensar en los propósitos para el año nuevo, me quedé perpleja!
Sólo se me ocurría un objetivo, sólo UNO!
Os aseguro que mis primeros pensamientos fueron de sorpresa, confusión, y… no sé, como que me parecía poca cosa.
Incluso lo comenté con una mujer sabia, mi madre. Hablamos de los propósitos, intenciones, deseos, y de lo importantes que son para tener la mente clara y tranquila….
Ahora me doy cuenta de que mi objetivo, Fluir con la Vida, es uno de los objetivos más ambiciosos que me he puesto nunca. Te aseguro que “bailar al son que toque” o “vivir intensamente el presente” para mí, es cuanto menos la suma de importantes retos a alcanzar.
Decirle a mi mente que pare quieta un momento (meditando), que atraigo lo que pienso (Ley de la Atracción), que puedo estar alegre, relajada y tranquila o triste, nerviosa y agitada, y que todo está bien (Reiki).
Que cada momento me va a aportar lo que necesito, lo que me nutra, lo que me haga crecer, …lo que me hace falta AHORA (shiatsu).
Sé que hay muchas personas para las que fluir con las circunstancias es sencillo, se adaptan con facilidad, se acomodan, buscan encontrarse a gusto, en definitiva tienen “mucha cintura”. Y de ellas aprenderé todo lo que pueda (coaching).
Otros, tenemos que parar, darnos espacio y pensar que, ésto que nos está ocurriendo, nos va a venir bien. Sólo necesitamos paciencia, calma, positividad y romper creencias (coaching).
Ya tengo mi plan de acción, fechas, retos, y todos los ingredientes para cocer mis objetivos para 2016!
¿te hace sentido?
